Del recetario tradicional de Singra destacan los derivados de la matacía del cerdo -desde el reconocido jamón de Teruel hasta las conservas y embutidos-, el Ternasco de Aragón o los escabechados y platos de caza. Ahora bien, la joya de la despensa local es, sin lugar a dudas, el azafrán del Jiloca.
Azafrán

El azafrán son los estigmas tostados de la flor del Crocus sativus, una planta de la familia de las Iridaceas. Sus múltiples usos se conocen desde la antigüedad, siendo considerada la especia más cara de la historia, con un precio que, dependiendo de su calidad, puede llegar a superar los 3.000 ?,?/kg. Este precio es consecuencia directa de la escasez del cultivo -restringido a terrenos con una altitud media de entre 900 y 1.100 metros, preferentemente calizos y bien drenados- y de la extrema delicadeza de las plantas, lo que obliga a que su cultivo y manipulación tan sólo pueda realizarse a mano.

Una buena parte de la provincia de Teruel, especialmente el valle del Jiloca, reúne éstas particulares condiciones, convirtiéndose desde antiguo en una de las principales regiones productoras del país. Aunque la emigración del campo a la ciudad y la competencia ejercida tanto por productos sustitutivos -colorantes alimenticios- como por azafranes de baja calidad llegados de terceros países casi provoca la desaparición del azafrán español, en la provincia de Teruel todavía se conserva su cultivo y empiezan a surgir iniciativas destinadas a asentar su producción y obtener de la Unión Europea el reconocimiento como Denominación de Origen Protegida.
En lo que respecta a su uso culinario, éste resulta especialmente recomendable en platos con escasa componente grasa, siendo muy tradicional su uso en guisos de legumbres y en todo tipo de arroces.
Jamón de Teruel

La Denominación de Origen Jamón de Teruel, la primera de estas características de España, nace en 1984, poniendo en valor uno de los mejores jamones del país.

El jamón de Teruel proviene de la selección de las razas de cerdo blanco Landrace, Large White y Duroc. La selección genética en origen, las excepcionales condiciones climáticas de la provincia y la experiencia de los maestros jamoneros turolenses son la base de un producto único por su sabor y cualidades nutricionales.
Además, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jamón de Teruel asegura que toda pieza seleccionada cuenta con al menos 14 meses de curación y se encarga de velar porque tanto la cría del animal como el proceso de elaboración del jamón se realice íntegramente en la provincia de Teruel, tal y como estipula el propio Reglamento de la Denominación.
El resultado es un jamón de sabor suave, con el punto justo de sal y presenta un porcentaje importante de grasa infiltrada, cualidad que solo presentan atesoran los jamones más calidad.
Ternasco de Aragón

Por Ternasco de Aragón se entiende toda aquella carne de cordero certificada por el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Ternasco de Aragón procedente de tres razas autóctonas -Rasa Aragonesa, Roya Bilbilitana y Ojinegra de Teruel-.

En cuanto a las cualidades culinarias de esta carne destaca su aspecto rosado, con un bajo porcentaje de grasa, así como su sabor, muy suave, dado que los corderos son alimentados exclusivamente en leche materna y cereales.